domingo, 23 de marzo de 2025

El pueblo kurdo es fuerte, resiste y construye

 


 

 Llevábamos varias semanas intentando encontrar información fiable de lo que puede estar pasando en el pueblo kurdo (en general, pero en Rojava en particular) tras el Llamamiento de Abdullah Öcalan por la paz y una sociedad democrática, y, o no sabemos dar con los caminos adecuados, o la situación no es clara, lo que también es entendible, por la dimensión de la propuesta y el análisis que requiere, más aún en poblaciones que padecen un estado de guerra. No obstante, Raúl Zibechi acaba de publicar en Desinformémonos una entrevista realizada a Pervin Buidan, integrante del equipo que visitó a Öcalan en la isla de Imrali, donde lleva preso (y prácticamente incomunicado) desde hace más de 25 años, y en ella podemos conocer algunas claves del asunto. Aunque, no para poca gente, sigue sobrevolando la duda de si la cuestión abarca o no a Rojava, por no estar en Turquía, como señala Veysi Sarisözen en este artículo. En este sentido, hay que prestar atención al contenido del veredicto final de la 54ª sesión del Tribunal Permanente de los Pueblos – Rojava vs Turquía, que se hará público en los próximos días, y que puede constituir otro elemento importante en la ecuación aún no resuelta del futuro del pueblo kurdo. En otro sentido, también va a marcar la situación el devenir de los acontecimientos tras la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, principal opositor del autócrata Erdogan. No hay nada resuelto ni claro, así que habrá que seguir con atención los hechos

 

 

El pueblo kurdo es fuerte, resiste y construye

Raúl Zibechi

https://desinformemonos.org/el-pueblo-kurdo-es-fuerte-resiste-y-construye/

 

Entrevista con Pervin Buidan, integrante del equipo que visita a Öcalan

Es una de las pocas personas que pudo visitar a Abdullah Öcalan en la isla de Imrali, donde está preso y aislado durante un cuarto de siglo. Pervin Buidan fundó Yakay-Der, la Asociación de Solidaridad y Asistencia a las Familias de Personas Desaparecidas, años después de que el Estado turco secuestrara y asesinara a su esposo. En 2013 visitó por primera vez a Öcalan en la prisión de İmralı como vicepresidenta del Partido Paz y Democracia (BDP), como parte del proceso de paz entre el PKK y Turquía. Fue elegida diputada y luego copresidenta del Partido Democrático de los Pueblos (HDP) que apoya la causa kurda.

miércoles, 12 de marzo de 2025

Huelgas de glutamato. Glutamatozko grebak.


 

 

El artículo que hoy os acercamos, nos ha gustado una barbaridad. Aunque hace ya un tiempo que se publicó, como no hemos encontrado ninguna traducción al castellano, aunque no hemos pedido permiso a la autora, nos hemos lanzado a ello (con alguna ayuda mecánica) y aquí os lo dejamos (junto con su versión original en euskera). Nos parece de una lucidez tremenda, pero sobre todo, lo vemos como una valiosísima herramienta para la reflexión. Tanto sobre las huelgas, como sobre las reivindicaciones, el hacer colectivo, el hacer sindical. Que lo disfrutéis tanto como nosotras.

 

 

 

Huelgas de glutamato

Y otro año más, los sindicatos nos han organizado huelgas prefabricadas. Y nosotras, individualmente, decidiremos si sumarnos o no a la huelga, sin necesidad de asamblea alguna en el centro.

El modelo de huelga que me enseñaron, parece que ya no está de modar. En mi imaginario, la huelga es una decisión colectiva y no puede ser de otra manera (“huelga individual” sería un oxímoron). Y como dice un querido compañero, al que considero bastante experto en la historia de las huelgas, la huelga es el resultado de un largo proceso. Un proceso en el que las trabajadoras definen juntas sus necesidades y reivindicaciones, y toman decisiones de manera conjunta. Por lo tanto, diría que el proceso de unirse como profesorado y tomar decisiones colectivas de manera autónoma, en sí mismo, ya puede ser una reivindicación, se materialice o no en huelga.

Incluso iría más allá, ese proceso de decisión debería hacerse junto con las estudiantes y las madres y padres, e incluir a las estudiantes en nuestras reivindicaciones: vamos a una, y las estudiantes no estarán bien si nosotras no lo estamos, y, del mismo modo, si las estudiantes no están bien, nosotras tampoco. Pero me sorprende enormemente ver que en las reivindicaciones de la huelga las estudiantes no aparecen por ningún lado… ¿estamos trabajando con tornillos?

Según parece, las huelgas han cambiado y ahora no hace falta ningún proceso de decisión colectiva, qué va, los sindicatos nos ahorrarán todo ese proceso. Así, vendrán al centro a informarnos de las reivindicaciones de la huelga que ellos han pensado y decidido; como comida precocinada, ya traen todo el trabajo de preparación hecho y una solo tiene que —individualmente y si quiere— comprarla y consumirla, a cambio de 100 euros al día (que ahorrará el Gobierno Vasco). Eso sí, con la compra, como dice otra querida compañera, tendremos la oportunidad de participar en un espectáculo que más que una manifestación parece una procesión, ¡incluyendo el posterior poteo! Rápido, barato y cómodo. Ready to eat, fast food.

Eso sí, conviene tener claro que los sindicatos están bien subvencionados para hacer reivindicaciones superficiales y, con mucho cuidado, no cuestionar aspectos que no deben tocarse y no abordar los problemas reales que están en el fondo… al fin y al cabo, para que parezca que estamos protestando, pero sin protestar realmente y, por supuesto, sin molestar a nadie (incluidas nosotras mismas).