jueves, 25 de enero de 2024

Feminismos decoloniales y descoloniales (A vueltas con la decolonialidad y desconialidad y II)

 


 

 Consiste en el convencimiento de que si inevitablemente cualquier concepto, idea o crítica novedosa termina siendo absorbida por el mercado y la institucionalización, y si ello significa que la propuesta de un feminismo antirracista y descolonial se  convertirá ––como de hecho ya está ocurriendo–– en parte de una moda, en una  forma de corrección política o una nueva área de especialización académica para el lucro y prestigio personal de nuevas y viejas camadas de investigadores, se hace necesario contar con una memoria que documente las voces y experiencias que han dado el giro agónico, la vuelta de la mirada a contrapelo de la historia, produciendo de forma inédita fracturas con el orden y la episteme hegemónica.

(…) nos permitió avanzar en el reconocimiento de lo que nos acerca en términos de apuestas teórico-políticas y también de la profunda pluralidad, diferencias y divergencias que existen en la manera como estamos entendiendo las feministas las implicaciones históricas de la conquista y colonización del continente y sus consecuencias para la producción de un patriarcado moderno.

La posibilidad de encontrarnos y conversar, representó un momento propicio para conocer y comprender los distintos lugares de enunciación de los que provenimos quienes hacemos parte de un campo feminista que cuestiona los arreglos hegemónicos de la región, incluidos los que se expresan en el movimiento feminista.

(Las coordinadoras del texto Tejiendo de otro modo: Feminismo, epistemología y apuestas descoloniales en Abya Yala, en su introducción)

 

 

En la primera parte de estas entradas sobre decolonialidad, descolonialidad y sus polémicas ya indicábamos que este debate se estaba dando también dentro del movimiento feminista (al menos en Abya Yala, ya que en Europa se da de otra forma, entre el feminismo decolonial y el llamado hegemónico), aunque con un tono mucho más enriquecedor, con características de debate-diálogo, buscando más los caminos de encuentro para la colaboración, que el enfrentamiento abierto entre trincheras. Esto sucede en Abya Yala, y en parte en la academia estadounidense, pero no en Europa, donde el debate no está en estos momentos entre el feminismo decolonial y el descolonial, sino entre el feminismo descolonizador (se autodesigne decolonial o descolonial), y el llamado hegemónico o civilizatorio. Esta polémica europea, también muy nutritiva, excede las pretensiones de esta entrada, pero para quien quiera conocerla puede ser de interés el texto Un feminismo descolonial, de Françoise Vergès, quien define así su texto:

 Este trabajo se sitúa en la estela de las obras críticas de las feministas del Sur global y de sus aliadas del Norte respecto al género, el feminismo, las luchas de las mujeres y la crítica de un feminismo que denomino civilizatorio porque, en nombre de una ideología de los derechos de las mujeres, ha acometido la misión de imponer un pensamiento único que contribuye a perpetuar un dominio de clase, género y raza. Mi propósito en este libro es defender un feminismo descolonial dirigido a destruir el racismo, el capitalismo y el imperialismo, un programa al que trataré de dar una dimensión concreta.

 

Pero aquí nos vamos a centrar en la polémica sobre lo decolonial y lo descolonial que, además, surge de quienes crearon estos conceptos, ideas y propuestas y que creemos que hay que conocer para saber a qué nos referimos cuando elijamos usar uno u otro término (es un debate que, además, con toda probabilidad, terminará por saltar el Altántico, dándose también en Europa). Centrándonos en él, insistamos que ese tono diferente de debate entre posturas decoloniales y descoloniales no se da sólo al interior de las diversas corrientes feministas, sino también cuando la mayoría de ellas (ya vimos que no en el caso de la afilada crítica de Silvia Rivera Cusicanqui) abordan el debate general. Por ejemplo, Claudia Zapata Silva, cuando en su texto El giro decolonial. Consideraciones críticas desde América Latina nos da pistas de cómo llegó este debate a los grupos feministas:

 Es así como desde fines de los noventa y comienzos de los 2000 asistimos a un protagonismo indiscutible del grupo Modernidad-Colonialidad, alcanzando niveles de influencia –especialmente entre jóvenes estudiantes de postgrado deseosos de conocer la última novedad teórica, sobre todo si esta adquiere visos de radicalidad política, como es el caso– que explican en alguna medida la poca notoriedad que tuvieron las críticas que, aunque escasas, surgieron en igual período.

Sin embargo, en los últimos años se han producido novedades importantes en esta crítica, principalmente el hecho de que esta ha sido formulada por mujeres con trayectoria intelectual y política que residen en países de la región, que forman parte de sociedades racializadas y que poseen un fuerte vínculo con movimientos sociales.

Se trata de sujetas que responderían a los criterios de selección de esta corriente para ser nombradas como subalternas (y, por ende, depositarias de grados diferentes de otredad cultural). Me refiero a autoras como Silvia Rivera Cusicanqui (Bolivia), Ochy Curiel (República Dominicana) y Aura Cumes (Guatemala)

 

jueves, 11 de enero de 2024

LO COMÚN ANTE LA TORMENTA (la semilla zapatista tras 30 años de aprendizajes y aportes revolucionarios)

 



Vienen muchas desgracias, guerras, inundaciones, sequías, enfermedades, y en medio del colapso tenemos que mirar lejos. Si los migrantes ahora son miles, pronto serán decenas de miles, después cientos de miles. Vienen peleas y muerte entre hermanos, entre padres e hijos, entre vecinos, entre razas, entre religiones, entre nacionalidades. Arderán las grandes construcciones y nadie sabrá decir por qué, o quién, o para qué. Aunque parece que ya no, pero sí, se va a poner peor.

Pero, así como cuando trabajamos la tierra, desde antes de la siembra, vemos la tortilla, los tamales, el pozol en nuestras casas, así tenemos que ver ahora a esa niña.

  Si no miramos a esa niña que ya está con su mamá, pero dentro de 120 años, entonces no vamos a entender lo que estamos haciendo. No lo vamos a poder explicar a nuestros mismos compañeros. Y mucho menos lo van a entender los pueblos, organizaciones y personas hermanas de otras geografías.

(…) EL CAMINO DE LA MEMORIA.

  Entonces pues pensamos, recordamos en cómo era antes.  Lo hablamos a nuestros anteriores.  Les preguntamos si antes era así.  Les preguntamos que nos digan si siempre hubo la oscuridad, la muerte, la destrucción.  De dónde vino pues esa idea del mundo.  Cómo es que se chingó todo.  Pensamos que si sabemos cuándo y cómo se perdió la luz, el buen pensamiento, el saber cabal qué es lo bueno y qué es lo malo, pues entonces tal vez podemos encontrar eso y con eso luchar porque se vuelva todo cabal, como debe de ser, respetando la vida.

  Y entonces vimos cómo es que llegó eso y lo vimos que vino con la propiedad privada

(…) P.D. QUE DECLARA BAJO JURAMENTO. – En ningún momento o etapa de la deliberación que condujo a la decisión que tomaron los pueblos zapatistas, salieron a relucir citas o notas de pie de página o referencias, así sea lejanas, de Marx, Engels, Lenin, Trotski, Stalin, Mao, Bakunin, el Che, Fidel Castro, Kropotkin, Flores Magón, la Biblia, el Corán, Milton Freidman, Milei, el progresismo (si es que tiene alguna referencia bibliográfica que no sea la de sus caga tintas), la Teología de la Liberación, Lombardo, Revueltas, Freud, Lacan, Foucault, Deleuze, lo que esté de moda o modo en la izquierdas, o cualquier fuente de izquierdas, derechas, ni de los inexistentes centros.  No sólo, también me consta que no han leído ninguna de las obras fundacionales de los ismos que alimentan sueños y derrotas de la izquierda.  Por mi parte, les doy un consejo no pedido a quienes leyeron estas líneas: cada quien es libre de hacer el ridículo, pero les recomendaría que antes de empezar con sus tonterías tipo “el laboratorio de la Lacandona”, “el experimento zapatista”, y de catalogar esto en uno u otro sentido, lo pensaran un poco.  Porque, hablando de ridículos, ya vienen haciendo uno grande desde hace casi 30 años al “explicar” el zapatismo.  Tal vez ustedes no se acuerden ahora, pero acá lo que sobra, además de dignidad y lodo, es memoria.  Ni modos.



Será que nos puede nuestra pasión por todo lo que significa (cada vez más) la revolución zapatista, pero en iraultzak lagunduz, que tenemos por costumbre leer, conocer y comentar las nuevas propuestas revolucionarias que van apareciendo por esta parte del mundo, no encontramos ninguna que nos enamore ni la mitad de lo que lo hacen la en continua renovación revolución zapatista. Sus análisis, elucubraciones, sentipensares y reflexiones nos parecen de una claridad cristalina, de una densidad magmática y de una raigambre a la tierra, a la práctica, a las personas (cualquier persona) y a la historia que les dan ese poso de veracidad y autenticidad que no encontramos en el resto, y que por eso nos hace renovar nuestra apuesta por empujar con nuestras limitadas fuerzas su propuesta.


Y es que lo han vuelto a hacer. Entre los textos e imágenes que a lo largo de 20 entregas nos han ido acercando a través del enlace zapatista, justo previo a la celebración del 30 aniversario, han vuelto a escribir (en palabras e imágenes, todas muy fieles a su estilo) todo un documento de análisis de coyuntura, de propuesta organizativa, línea estratégica (y muchas consideraciones más -autocríticas incluidas- que no habitan en las propuestas políticas revolucionarias habituales) como herramienta a disposición de todes las que queramos hacer frente a la tormenta.


Y, sin embargo, los medios de comunicación, ni grandes ni pequeños, ni oficiales ni alternativos, ni de derechas o izquierdas (salvo alguna honrosa excepción) han sabido fijar la mirada en lo importante. La inmensa mayoría se ha quedado con lo anecdótico: que sin un cambio en su estructura organizativa interna; que si una propuesta para hacer frente al narco; que si Marcos vive o muere, es subcomandante o capitán, en la celebración pasó esto o lo otro… la purita parafernalia zapatista les sigue confundiendo treinta años después.


Lo suyo sería que cada cual leyera, oyera y viera las 20 partes de la aportación zapatista (más el mensaje del aniversario) y sacara sus propias reflexiones, aprendizajes y conclusiones, pero como sabemos que hay muches a quienes les cuesta, vamos a dejar a continuación una selección de lo que creemos que puede ser más útil e inteligible por estos lares. Lo haremos siguiendo el orden en que esas reflexiones, análisis y propuestas han ido siendo ofrecidos por les compes.



En la Tercera Parte, apelan a utilizar la mirada larga, para, siendo conscientes de que ya estamos en mitad de la tormenta y sepamos reconocer todos sus rasgos y causas, saber hacia dónde dirigir nuestros pasos: