domingo, 28 de mayo de 2023

La politicidad subversiva de las luchas de migrantes (en base a un texto de Amarela Varela Huerta)

 


 

Una tercera hipótesis es que las luchas de migrantes son un novísimo tipo de movimiento social que, paradójicamente, parte de una situación compartida con los trabajadores del siglo XIX, luchas de sujetos sin derechos porque su subjetividad jurídica no tiene estatutos legales que en sus sociedades generen un repertorio de derechos.

Por eso, si lo que viene es una tienda de raya global, un estado de no derechos, los migrantes, que se organizan desde la más compleja precariedad social, laboral, jurídica y hasta afectiva, pueden ser además de protagonistas de nuestros tiempos, ejemplos de luchas ganadas en el día a día con estrategias de desobediencias que desbordan los límites de nuestras nociones sobre lo manifiestamente político.

Con ampliar los límites del significado de lo político me refiero y hago eco de los estudios subalternos que desde el subcontinente asiático y desde 1980 nos vienen desafiando a poner en duda la perspectiva lineal de la historia, una historia de modos de producción que no admiten realidades transpuestas. Por ejemplo, pensar la migración contemporánea desde relaciones sociales de producción con rasgos feudales combinadas con la gestión de la fuerza de trabajo bajo una lógica de tanatopolítica en tiempos del capitalismo tardío.

Partir de desafiar la idea de qué es lo político y quién ejerce agencia permite a este modelo, dice el historiador Ranajit Guha, reconocer los intersticios cotidianos de los pueblos etiquetados como «prepolíticos» como emancipaciones que desafían los órdenes instituidos de manera latente.

Estos intersticios de lo cotidiano, como saltar una valla en Ceuta, conseguir un contrato de trabajo ficticio o «matrimoniarse por papeles» con «nativos» solidarios son ejemplos de resistencias que a pesar de no sostenerse de un discurso abiertamente ideológico representan un genuino ejercicio de emancipación del racismo institucionalizado en las leyes de extranjería, pero que hasta ahora han sido pensadas como «estrategias individuales» por los intérpretes que ejercen una sociología crítica y, por parte de quien hace sociología liberal como abiertas «desviaciones», «trampas», «delitos» que comenten estos migrantes y quienes les ayudan.

Más concretamente, la hipótesis de trabajo consiste en comprender que la desobediencia de los migrantes a las leyes que los extranjerizan y los actos de los «nativos» que ejercen su derecho a la hospitalidad en contra de las leyes de entrada y permanencia en Europa, poniendo la atención en las estrategias no manifiestamente ideológicas sino en las de supervivencia cotidiana, nos abrirá todo un campo para pensar las resistencias al capitalismo tardío, al biopoder contemporáneo.


Estos párrafos forman parte del capítulo de conclusiones del libro que hoy queremos acercaros, un texto tan especial como recomendable por múltiples razones. Para empezar, porque pone el foco del análisis en una de las carencias más graves de los movimientos de transformación y revolucionarios en Euskal Herria (y en otras muchas partes del planeta): la ausencia en ellos de personas migradas que, además de ser cada vez más numerosas en nuestras sociedades, son uno de los colectivos más golpeados, perseguidos y explotados por el capitalismo. Es verdad que las mujeres racializadas llevan ya no pocos años poniendo parte de ese debate sobre la mesa al interior del movimiento feminista (una cuestión que abordaremos en futuras entradas de este post) pero, en el resto, o no se sabe cómo abordar la cuestión analizando los problemas e incapacidades propias que están en su origen o, en no pocos casos, se diluye o difumina tras una más que paternalista actitud (que, en general, no es sino un intento falso de autojustificación), según la cual las personas migradas ya tendrían bastante con hacer frente a la sobrevivencia cotidiana como para, además, comprometerse políticamente. En los casos más graves, incluso parece negárseles la capacidad de politización, al menos en el sentido que por aquí se le da a tal concepto. Este libro pone el dedo en muchas de esas llagas, como podemos ver en este ejemplo:


(…) los activistas del altermundismo europeo, para explicarles que los migrantes, además de consumidores que buscábamos mejorar nuestra calidad de vida, fugitivos de la desesperanza o traidores a los proyectos de liberación nacional, sujetos con historias políticas previas, éramos eso, sujetos políticos.

Porque durante mi devenir activista en el movimiento de «sin papeles» me impresionó que los otrora admiradores de los indios insurrectos en Chiapas, algunos de los cuales había conocido en los encuentros internacionales de los zapatistas, de pronto, ya en casa, como miembros de redes del altermundismo o el antirracismo, nos miraran estupefactos, a esos indios de la India, Pakistán, Ecuador, Marruecos o Colombia, expresándonos en foros de coordinación europea con la misma jerga y en el mismo dialecto con el que ellos y ellas, los autónomos europeos, expresaban sus apuestas.

Por eso digo que este libro también tiene como apuesta explicar a otras luchas nuestras demandas y a ver si con ello conseguimos «desetnificar» y «desfolclorizar» la forma en que nos nombran.

(…) Nos miran como exóticos, hay algo en las asambleas con esta gente que no termina de cuadrar, es como si no pudieran reconocernos como iguales, parten siempre de considerar a los dirigentes de la Asamblea como víctimas, no parecen reconocer a los migrantes «sin papeles» como cómplices, es más, a veces parece que no entienden las intervenciones de los representantes a pesar del buen uso del castellano de estos.


Pero, además de ello, el libro introduce análisis novedosos e imaginativos (pero para nada fantasiosos) que suponen toda una provocación para mirar con otra perspectiva ciertas realidades. Veamos un ejemplo:


Como hemos intentado plasmar en el texto, estas luchas se sostienen sobre pequeñas organizaciones, la mayoría de ellas sin estructuras formales de representación, que subsisten bajo la lógica de los movimientos sociales, es decir, se abastecen en términos de tiempo, recursos simbólicos y materiales de lo que aportan sus miembros.

Entre este tejido de redes y organizaciones de migrantes, siempre en transformación, se asoma también, un proceso fino y tenue (no siempre manifiestamente político) que tiene que ver con el cambiante sentido y lugar del ciudadano legal, del ciudadano «nativo», que ve llegar y acoge con hospitalidad a los migrantes porque reconoce en las historias de injusticias que se cometen contra estos migrantes el deterioro de las libertades y los derechos para él mismo, es decir, que identifica a los migrantes como un espejo de lo que vendrá para toda la sociedad, dentro de un conjunto de Estados donde la precarización laboral y la cancelación de las libertades civiles después de septiembre de 2001 podrían significar a medio plazo una forma de des-ciudadanización universal.

Sobre esta hipótesis de des-ciudadanización universal existe toda una profunda discusión que tiene que ver con el reconocimiento cada vez más extendido entre los pensadores críticos y quienes ejercen «la política de los de abajo» de que los ideales de la Ilustración y las promesas de la modernidad eurocéntrica son tan solo mitos. El principal de estos mitos, según empiezan a generalizarse estas críticas, es la idea misma del universalismo de los derechos humanos, precepto basado en la doctrina jurídica liberal y simplemente instrumentalizado por el capitalismo para constituirse en la «promesa límite», aquella que nadie está autorizado a poner en duda.

Para decirlo en pocas palabras, no solo la ciudadanía es un dispositivo que excluye por norma, sino que la exclusión es la condición sine qua non para ofrecer la ilusión de pertenencia y goce de derechos mínimos para grupos sociales específicos. Por eso, se va consolidando la sospecha de que luchar por la ciudadanía en el marco del universalismo de los derechos humanos podría ser una trampa, una falsa ilusión.

De ahí que se proponga como línea de fuga una hipótesis de trabajo para una sociología militante que al pensar las luchas de los migrantes remarque que estas experiencias organizativas y comunitarias trastocan al ciudadano nativo, legal, para situarlo horizontalmente como aliado en dirección al reconocimiento y a la defensa de una nueva forma de nombrar la pertenencia y la membresía política a una comunidad. Es decir, examinar estos novísimos tipos de movimientos sociales, el de los migrantes, puede aportar pistas para desbordar el imaginario instituido sobre el universalismo de los derechos humanos y el estatuto moderno y eurocéntrico de la ciudadanía. Pensar otras formas de nombrar nuestras apuestas políticas radicales para tener derecho a tener derechos.


No pensemos que el caso en el que centra su estudio, la experiencia de Cornellá Sin Fronteras, haga referencia a un movimiento de migrantes con mayor facilidad de coordinación, por tener una lengua común, o una realidad cultural semejante a la del lugar de destino. Todo lo contrario. Los perfiles de las personas migrantes son muchos y muy diversos:

domingo, 14 de mayo de 2023

Elecciones… ¿a quién interesan? / Zertarako zure botoa? (TRIKUHARRIKA)



Elecciones… ¿a quién interesan?


De nuevo “pan y circo”, nuevo proceso electoral 28M, previo al siguiente, y al siguiente… La democracia representativa, forma de gobierno elegida por el capitalismo, para reproducirse y perpetuarse, se nutre y legitima precisamente por la participación en estos procesos electorales enlazados en el tiempo.

Mediante el acto de votar nos doman, nos habitúan a transformar nuestros impulsos e iniciativas y nuestra capacidad de intervención política en una papeleta metida en un sobre. Y mediante el acto sagrado de delegación de poder en las urnas, nos convierten en “ciudadanía”, la mejor vacuna contra el pueblo unido. Quien nos llama a votar nos quiere borreg@s, sumis@s y ciudadan@s, pero el lobo encima pretende que le elijamos pastor del rebaño.

Procesos electorales, realizados para blanquear y legitimar las políticas, que posteriormente desarrollaran, los “representantes elegidos” de los partidos políticos que se presenten a las elecciones. Políticas, que llevaran a cabo, no por iniciativa propia, sino como meros gestores del capital, obedeciendo los designios de estructuras supranacionales que guardan y vigilan las esencias del capitalismo para que no exista ningún desvío sobre las estrategias de futuro y para seguir reproduciendo este sistema agotado, autoritario y esclavista.

Recordemos que, para poder participar en estos procesos, a los partidos políticos, coaliciones, etc., se les hace pasar un test de pedigrí democrático, a través de la Ley de Partidos del 2002. Esto es, aceptar el ordenamiento jurídico político vigente, acatar el marco legal de la constitución española, y así desactivan cualquier posición política que ponga en entredicho el “statu quo”. El resto no serán más que poses de radicalidad dirigidas a sus parroquias, sin ninguna operatividad, que refuerzan más, si cabe, la legitimidad de un sistema caduco. Cuántas promesas incumplidas, cuántos sueños enterrados a cambio de la “realpolitik”, cuántas personas abandonadas en el camino, cuántas personas presas, torturadas, perseguidas, asesinadas, marginadas, en nombre de la “democracia”. ¿Dónde han dejado sus objetivos de cambio…, cómo creerles después de agachar la cabeza ante tanta ignominia?

Elecciones totalmente trucadas, para que las opciones “vencedoras” sean las mismas de siempre. Siempre fieles a los intereses del capital. Cuanto mayores sean sus depósitos en la Banca, mayores serán sus opciones de triunfar en las elecciones. Cuanta mayor influencia ejerzan en los medios de desinformación de masas (a través de su capital), mayor será su probabilidad de “triunfar”. Cuanto mejor modulen su mensaje a lo que la civilización occidental capitalista quiere oír, más representantes tendrán en las instituciones, para dejarse utilizar posteriormente en sus medios y para volver a vender a su parroquia, los “logros” conseguidos.

Todo ello edulcorado en la fiesta de la “democracia”, todas ganan, aunque la participación escasamente supere el 50% de la población, lo importante es “ejercer el derecho al voto”, para que los partidos políticos sigan perpetuándose y revalidando su razón de existir, como instrumento útil de gestión del capitalismo. Para seguir manteniendo sus cotas de poder, aunque no sea operativo, sigan obteniendo millones de euros de los presupuestos del estado (en virtud de los votos y representantes obtenidos), convirtiéndose así en empresas capitalistas con su gerencia, empleados, régimen disciplinario, patrimonio… y sigan engrasando sus maquinarias, sus liberados, sus estructuras, todo ello “dentro de un orden”, similar a la de cualquier empresa capitalista, a esto llaman profesionalización de la política. ¡¡Políticos profesionales, juegan a vivir de ti!!

Nunca hemos conseguido nada a través de las instituciones (las experiencias históricas hablan por sí mismas). No podemos delegar nuestras aspiraciones y sueños en manos de políticos profesionales porque al final todos han sido asimilados y forman parte del engranaje “democrático” que dificulta y anula la capacidad de respuesta popular, para la consecución de nuestras necesidades y para superar un sistema capitalista depredador de vidas.

Tampoco en Euskal Herria se ha avanzado en el proceso de liberación nacional ni social desde las estructuras y participación institucional. Cuando la movilización y presión popular se constituye en poder y exige transformaciones, los partidos la canalizan hacia la participación institucional, y ésta únicamente posterga indefinidamente la consecución de los objetivos, inoculando desidia, impotencia y pasividad social. Solo a través de la apuesta por la autoorganización, por la movilización y la lucha, garantizaremos la superación de este estado que nos condena a la miseria.


TRIKUHARRIKA 10/05/2023


 

 

Zertarako zure botoa?


Berriro ere, “ogia eta zirkua”, 28M beste hauteskunde-prozesua, hurrengoaren eta hurrengoaren aurrekoa. Berriro, demokrazia ordezkatzailea, kapitalismoak ugaltzeko eta betikotzeko aukeratutako gobernu-forma, elikatu eta legitimatu egiten da, hain zuzen ere, denboran lotutako hauteskunde-prozesu horietan parte hartuz.

Botoa emateko ekitaldiaren bidez, hezi egiten gaituzte. Gure bulkadak eta ekimenak, eta politikan esku hartzeko dugun gaitasuna gutun-azal batean sartutako boto-paper bihurtzen eta ohitu egiten digute. Eta hautestontzietan boterea delegatzeko ekitaldi sakratuaren bidez, “herritar” bihurtzen gaituzte, hori da herri batuaren aurkako txertorik onena. Bozkatzera deitzen digutenak lerdoak, otzanak eta hiritar ahulak nahi gaitu. Otsoak artaldeko artzain izan nahi du.

Hauteskunde-prozesuak antolatuta daude hauteskundeetan parte hartzen duten alderdi politikoen “hautatutako ordezkari”en ondorengo politikak zuritzeko eta legitimatzeko. Politika horiek egingo dituzte, ez beren ekimenez, baizik eta kapitalaren kudeatzaile huts gisa, kapitalismoaren esentziak gordetzen eta zaintzen dituzten nazioz-gaindiko egituren asmoei men eginez, etorkizuneko estrategietan inolako desbideratzerik egon ez dadin, eta sistema agortu, autoritario eta esklaboa erreproduzitzen jarrai dadin.

Gogora dezagun, prozesu horietan parte hartu ahal izateko, alderdi politikoei, koalizioei eta abarrei pedigri demokratikoko test bat pasarazten zaiela, 2002ko Alderdien Legearen bidez. Hau da, indarrean dagoen ordenamendu juridiko politikoa onartzea, Espainiako konstituzioaren lege-esparruari men egitea, eta, horrela, desaktibatu egiten dute sistema zalantzan jartzen duen edozein jarrera politiko. Gainontzekoak euren parrokietara zuzendutako erradikaltasun poseak besterik ez dira izango, inolako eraginkortasunik gabe, sistema zaharkitu baten legitimitatea sendotzen dutenak. Zenbat promesa bete gabe, zenbat amets lurperatuta “realpolitik” delakoaren truke, zenbat pertsona bidean abandonatuta, zenbat preso, torturatu, jazarri, erail, baztertu,… “demokrazia”ren izenean.

Politikari horiek non utzi dituzte beren aldaketak egiteko helburuak? Hainbeste lotsagabekeriaren aurrean eta burua makurtu ondoren, nola sinetsi?

Betiko hauteskunde-trikimailuak, “irabazle” suertatzen diren aukerak betikoak izan daitezen eta kapitalaren interesei beti leial. Zenbat eta diru gehiago izan bankuan, orduan eta aukera gehiago izango dituzte hauteskundeetan arrakasta izateko.

Jendearen desinformazioko komunikabideetan zenbat eta eragin handiagoa izan (kapitalaren bidez), orduan eta handiagoa izango da hauteskunde-arrakasta izateko probabilitatea. Zenbat eta hobeto modulatu mendebaldeko zibilizazio kapitalistaren mezua entzun nahi den erara, orduan eta ordezkari gehiago izango dituzte erakundeetan, gero beren komunikabideetan erabiliko dute beren parrokiari lortutako lorpenak berriro saltzeko.

Hori guztia demokraziaren festan manipulatuta; guztiek irabazten dute, nahiz eta parte-hartzeak biztanleriaren % 50 gainditu ez. Garrantzitsuena da botoa emateko eskubidea erabiltzea alderdi politikoek kapitalismoa kudeatzeko tresna baliagarri gisa betikotzen eta existitzeko arrazoia berresten segitzeko. Haien botere-kotak mantentzen segitzeko, nahiz eta benetako boterea ez izan, jarraitzen dira milioika euro lortzen Estatuko aurrekontuetatik aterata (botoen eta lortutako ordezkarien bidez). Horrela, enpresa kapitalista bihurtzen dira beren kudeatzailetzarekin, langileekin, diziplina-araubidearekin, ondarearekin, eta beren makinariak, liberatuak eta egiturak koipeztatzen jarraitzen dute. Hori guztia edozein enpresa kapitalistaren antzeko ordena baten barruan, eta honi politikaren profesionalizazioa deitzen diote. Politikari profesionalak, zugandik bizitzera jolasten dira!!

Inoiz ez dugu ezer lortu erakundeen bidez (esperientzia historikoek berez hitz egiten dute). Ezin ditugu gure nahiak eta ametsak politikari profesionalen esku utzi, azkenean denak sisteman asimilatuak direlako eta herriaren erantzuna emateko gaitasuna zailtzen, deuseztatzen duen “engranaje demokratiko”aren parte direlako eta gure beharrak lortzen saiatzeko eta gure bizitzak suntsitu ditzakeen sistema kapitalista gainditzeko oztopoak direlako.

Euskal Herrian ere ez da aurrera egin nazio eta gizarte askapenerako prozesuan, erakundeen egituretatik abiatuta. Herri-mobilizazioa eta presioa botere bihurtzen denean eta eraldaketak eskatzen dituenean, alderdi politikoek erakundeen partaidetzara bideratzen saiatzen dira, eta parte-hartze horrek helburuen lorpena behin betiko atzeratzen du, utzikeria, ezintasuna eta gizarte-pasibotasuna inokulatuz. Miseriara kondenatzen gaituen egoera hau gainditzea auto-antolaketaren, mobilizazioaren eta borrokaren aldeko apustuaren bidez bakarrik bermatuko dugu.

TRIKUHARRIKA 2023/05/10

 

 

 

domingo, 7 de mayo de 2023

Buscando información sobre la revuelta en el Estado francés

 


 

Qué está pasando realmente en el Estado francés es algo que, incluso desde la cercanía geográfica de Euskal Herria es difícil de conocer, dado el silencio impuesto por los medios de (in)comunicación. Intentando romper ese cerco informativo y de análisis, os acercamos hoy diversos textos y un video que desde distintas ópticas intentan analizar e informar al respecto.

 El primero es un texto en euskera de Hartzea Lopez Arana, alguien que conoce a fondo las luchas autónomas y sociales de Iparralde y de Notre Dame des Landes, así como las de Hegoalde. En contra de lo que a bote pronto pueda parecer su título “Gabatxolandiatik”, nos habla de cómo, una vez más, lxs “gabatxxs” nos están dando lecciones de las que no deberíamos dejar de aprender.

 La segunda aportación es un video breve, que no tiene que ver con las únicas imágenes que se nos están ofreciendo (la de las brutales carga policiales), sino que se trata de una llamada para desertar (en francés, pero con subtítulos en castellano) protagonizada por el alumnado en la ceremonia de graduación de AgroParisTech 2022 (la escuela de ingeniería líder al nivel europeo en el ámbito de las ciencias biológicas y del medio ambiente)

 La tercera es un texto de Maurizio Lazzarato, sociólogo y filósofo italiano residente en París, Francia, que en los años 70, fue activista del movimiento obrero de Italia (Autonomia Operaia)

 Finalmente, y solo en este lugar por su extensión, adjuntamos la traducción (con las incorrecciones de la traducción neuronal, por lo que ofrecemos también el link al original) del último boletín de la revista francesa Temps Critiques, dedicado monográficamente a la cuestión.

 Esperamos que estas aportaciones ayuden a conocer un poco mejor qué es lo que está sucediendo en Francia realmente.