(…) resulta un tanto frustrante observar cómo la mayor parte de artículos, estudios y proyectos de rehabilitación, se centran casi exclusivamente en los aspectos arquitectónicos o normativo-financieros. Apenas se toma en cuenta la dimensión social de la cuestión, y no ya sólo en cuanto a la introducción de profesionales "del ramo” (sociólogos y antropólogos principalmente) en los equipos rehabilitadores, sino que también y de forma más preocupante, esta falta se extiende a los planteamientos teóricos y epistemológicos sobre la cuestión, que desde distintas disciplinas se elaboran. A lo sumo se procede a hacer encuestas o carteles y folletos divulgativos, que ven "lo social” como algo residual o meramente pasivo y maleable. No se produce una apertura de miras que haga que los urbanistas (arquitectos u otros profesionales) entiendan que el ciudadano es el elemento básico de sus políticas y/o actuaciones.
(Miguel A. Gil Zafra; Aproximación sociológica a la rehabilitación de Cascos Históricos. Sociedad Urbana, Revista de estudios urbanos, 1994)
Terminábamos la primera parte dedicada a la nueva propuesta de PERI para el Casco Viejo gasteiztarra adelantando que los problemas más graves para el barrio vienen de la mano de sus muchísimas carencias básicas, la más importante de todas la que también señala para la mayoría de proyectos de rehabilitación el texto de Miguel A. Gil Zafra que encabeza esta entrada: que apenas se toma en cuenta la dimensión social de la cuestión, y que se contempla “lo social” como algo residual o meramente pasivo y maleable, porque “No se produce una apertura de miras que haga que los urbanistas (arquitectos u otros profesionales) entiendan que el ciudadano es el elemento básico de sus políticas y/o actuaciones”.
Para resumirlo de otra forma, ¿qué pensaríamos si por nuestra preocupante apariencia física nuestra médica o médico nos enviara a hacernos un TAC y, tras detectarnos en éste múltiples trastornos graves de salud, el tratamiento que nos recomendara se centrara en maquillarnos convenientemente a las mañanas para que nuestra apariencia física mejore? Pues bien, eso sería un resumen descriptivo de lo que encierra esta nueva propuesta de PERI, pues todos los documentos previos elaborados para su redacción reflejan claramente la gravedad de sus estado de salud, pero el PERI solo recta maquillajes estéticos para el barrio. No podemos decir que nos sorprenda, hace ya cinco años que elaboramos un documento titulado ¿Es realmente un plan especial de rehabilitación integrada lo que necesita el Casco? en el que, tras un extenso análisis de los PERIs anteriores, y de las experiencias habidas también en otras zonas, llegábamos a la conclusión de que no, que no es un PERI lo que necesita el barrio.
Entonces ¿por qué nos venden el PERI como la solución mágica para el Casco?, la respuesta a esa pregunta nos la da el propio Miguel A. Gil Zafras en su ya comentado trabajo:
En efecto, pensamos que por parte de ciertos sectores de los técnicos, de los políticos y de los promotores y constructores, se ha usado la estrategia de extender la idea de que el urbanismo (y la rehabilitación) es sólo uno; "el práctico, útil y pragmático", el funcional en suma. Y ello, además de una negligencia y torpedad científica, supone el enmascaramiento de la toma de unas posturas las cuales desde luego, defienden unos determinados intereses, una racionalidad dada. Es decir, una forma de ver el mundo; una ideología.
Respecto a la cuestión de la renovación de las ciudades, y de la rehabilitación en concreto, nos parece que las implicaciones y consecuencias para la vida social son tales, que conviene dejar claro el aspecto anterior y recalcar que existen distintos posicionamientos ideológicos y científicos, y no una unívoca y atrofiante visión" Es por esto que podemos afirmar que se ha usado la práctica rehabilitadora como tapadera para la especulación, el enriquecimiento fácil y la segregación espacial, social y económica de grupos y clases sociales.
Pero, antes de entrar a desentrañar y argumentar las graves carencias de esta nueva propuesta de PERI, aprovechemos uno de los documentos que lo acompañan para dejar constancia de otra cuestión que, con demasiada frecuencia, se ignora a la hora de presentarnos los PERIs del Casco como la panacea: que son un conjunto de propuestas en papel (que lo aguanta todo) que, a menudo, con el paso del tiempo se comprueba que quedan en agua de borrajas, como una colección de promesas y compromisos incumplidos. Eso es poco más o menos lo que recogía ya el Documento Fase 1 Previa, elaborado en diciembre de 2023 en relación al nivel de cumplimiento del PERI de 2006: