A la hora de abordar las formas de organización popular ni verticales ni jerarquizadas, en Gasteiz tenemos uno de los mejores ejemplos para el aprendizaje a partir del análisis de experiencias concretas: el del movimiento prerrevolucionario que surgió con las huelgas del 3 de Marzo del 76.
1. Los aclaratorios informes policiales y oficiales
Pero, aunque hay mucho escrito sobre lo que sucedió en torno al 3 de Marzo gasteiztarra, existe bastante poco sobre las formas concretas de organización que tuvo esa experiencia asamblearia. Entre los que conocemos, además de ¡Todo el poder a la Asamblea! Vitoria 3 de Marzo de 1976 cuya portada encabeza esta entrada, curiosamente el documento con mayor nivel de detalle sobre su forma de organición fue elaborado ¡por la propia policía! en el Boletín que sobre los hechos elaboró en julio de 1976. Es en ese documento donde queda claro la dimensión de movimiento revolucionario que le dio al 3 de Marzo el propio Estado:
Aquel no fue un episodio casual ni suscitado por los imponderables. Obedeció a una actitud preconcebida del sector subversivo de extrema izquierda que, en utilización oportunista de una situación laboral-conflictiva demasiado prolongada y enrarecida, quiso provocar un ensayo de levantamiento insurreccional que, sobre determinar la represión sangrienta y el consiguiente deterioro de la imagen reformista gubernamental, supusiera el punto de arranque desencadenador de la Huelga General Revolucionaria a escala nacional.
Curiosa y detallada es también lo que el documento recoge como “Anotaciones varias” en el apartado de “TÁCTICA CONFLICTIVA” (el subrayado de “poder obrero” es del original):
10. TACTICA CONFLICTIVA
(…)
10.2 Anotaciones varias
· Todo el acontecer huelguístico estuvo presidido por una intencionalidad política de:
· Orillar al Sindicato oficial
· Salir a la calle (consigna multirrepetida: “NEGOCIACIONES EN LA CALLE”)
· Extender el conflicto: del nivel local, al provincial; de éste, al regional y, sucesivamente, al nacional
· Implicar a esposas, estudiantes, clérigos, profesionales, vecinos, Autoridades…
· Manifestación, como amenaza y presión sistemática contra detenciones
· Solidaridad y parao contra medidas de despido y pro-readmisión
· Argumentario pro-Huelga General, como “único modo”, “único recurso”
· Hacerse valer ante el empresariado: “si quieren hablarnos, que vengan a nuestras asambleas”
· Creación y mantenimiento de “cajas de resistencia”
· Formación y activismo de piquetes coactivos violentos
· Mística de poder obrero: “no solo importan los logros económicos, sino –sobre todo- la dignidad del proletariado; que claudique la patronal ante nuestro poder”
(…)
· Hubo momento de distensión por cansancio, en los que los agitadores arreciaron en sus consignas de lucha y acudieron a las Coordinadoras de Barrio para que les insuflaran a los huelguistas nuevos impulsos hacia la insurrección
· Así, se produjo un trasvase en la iniciativa del conflicto, al convocar dichas Coordinadoras de Barrio la Huelga General del 3 de marzo. Trasvase del Movimiento Obrero al Movimiento Popular
Pero veamos la descripción que hace el informe policial sobre la forma de organización en Asambleas:
6.1 Asambleas
Puede decirse que han sido las asambleas el verdadero centro de gravedad del largo conflicto. La filosofía del movimiento huelguístico viene definida por el siguiente “slogan” circulado: “TODO DENTRO DE LA ASAMBLEA; NADA FUERA DE ELLA”
Las organizaciones clandestinas intervinientes en el movimiento obrero alavés se encargaron, por vía de agitación, de boicotear las asambleas propiciadas por la Organización Sindical, desplazándolas hacia la ilegalidad extrasindical. Constituidas en instrumento de participación obrera, de información y transmisión de consignas, de designación representativas y de decisiones huelguísticas, las ASAMBLEAS DE FÁBRICAS eligieron sus correspondientes Comisiones Representativas, de cuyo seno salió el Comité Conjunto de Huelga, nervio central de las acciones.
Un segundo paso de este asambleismo ilegal lo constituyó la ASAMBLEA CONJUNTA, agrupadora de todos los miembros de todas las Comisiones Representativas de Fábrica.
Así, se llegó a establecer un calendario de asambleas a fin de desarrollarlas ordenada y sistemáticamente, Lunes y Jueves: asambleas conjuntas; resto semana: asambleas de fábrica. Algunas de estas reuniones llegaron a registrar una presencia de 4.000 personas. Ante la imposibilidad de desarrollarlas en las factorías, las asambleas desarrolláronse en locales eclesiales diversos: Iglesia del Buen Pastor; de San Francisco de Asís, de Nuestra Señora de los Angeles, de Nuestra Señora de Belén.
También se celebraron asambleas de mujeres de huelguistas, “para dar ejemplo a sus maridos y animarles a continuar el paro”. Hubo también reuniones de obreros en paro y no parados, en solidaria conjunción.
Hay que añadir que según otras fuentes oficiales el nivel de asamblearismo durante esas jornadas fue tremendo, registrándose más de dos centenares de asambleas:
(…) Durante el conflicto, según datos del Gobierno Civil, se realizaron 229 asambleas, lo que da muestra de las ganas de participación que existían entre la claseobrera después de 40 años de dictadura. En opinión de Jesús Fernández Naves: «Se estableció una especie de proceso asambleario global, de tal forma que podemos decir que el 3 de marzo, de una forma u otra, controlábamos toda la ciudad».
(Jon Martínez Larrea: Democratización y concienciación en la Huelga de Vitoria de 1976)
Pero volvamos al Boletín de la Dirección General de Seguridad para ver cómo en un apartado posterior alerta de la peligrosidad de las Comisiones Representativas:
· Estos organismos dan mayor y mejor imagen de espontaneidad (y, por tanto, de movimiento obrero y de sindicalismo “natural”) que las organizaciones sindicales de oposición.
· Tienen más credibilidad y, por tanto, más funcionalidad, cara a los colectivos obreros.
· Debido a sus apariencias de autenticidad, se configuran como más virtuales cerca de la patronal.
· La integración de las Comisiones Representativas no ofrece peligro personal alguno, al no ser organizaciones ilícitas tipificadas en la ley penal.
· Al no llevar impresas el tufillo político que tienen las organizaciones obreras tipo CC.OO., UGT, USO, CNT etc., disfrutan aquéllas de menos recelo y más apoyo público (de sectores profesionales, eclesiales, prensa, etc.)
Así pues, este nuevo fenómeno de las Comisiones Representativas de Fábrica, interconectadas en despliegue general a escala Estado español, merece una valoración crítica muy ponderada y el arbitraje de un plan contrarrestador, tanto de carácter policial como relativo al área de actuaciones que corresponde a las Autoridades Laborales y sindicales.
Por eso, tres meses después del 3 de marzo aún alerta de cómo el “Eje Asamblea / Comisiones Representativas sigue siendo un peligroso dispositivo táctico del Movimiento Obrero:
12. DISPOSITIVOS TÁCTICOS PERMANENTES Y GLOBALES
(…)
12.1 El eje Asamblea / Comisiones Representativas
Se proponen aprovechar el entrenamiento “combativo” que han sostenido a lo largo de los meses de enero y febrero –y parte del de marzo- para institucionalizar las asambleas de fábrica (“todo dentro de la asamblea; nada fuera de ella”) celebrándolas con una periodicidad mensual. De este modo, utilizando cíclicamente lo que se ha calificado como “instrumento fundamental de la democracia obrera”, preténdese aprovechar las rentabilidades operativas y de cohesión obtenidas en el curso de las huelgas, sin dar tiempo a su desacostumbramiento y oxidación.
En igual línea de propósitos se enmarca la decisión adoptada de mantener las Comisiones Representativas de Fábrica sin proceder a disolverlas, una vez concluida la situación de conflicto. A mayor abundamiento, se quiere consolidar las Comisiones Representativas, de suerte que puedan conectar con las formadas, o en trance de formación, en los restantes enclaves del movimiento obrero regional (vasconavarro) y, desde ahí, a todo el movimiento obrero nacional. Se trata de que dichos organismos sean mantenidos en el tiempo y extendidos en el espacio.
Si alguien piensa que exageramos cuando decimos que el informe policial alerta de la peligrosidad de las Asambleas y Comisiones Representativas, que lea uno de los últimos apartados del informe que dice así:
12.2 Vitoria, punto de lanzamiento
Lo que acabamos de exponer, adquiere connotaciones de gravedad y trascendencia. En efecto; ya expusimos en otra parte de este Boletín que, con la Huelga General decretada por la subversión para el 3 de marzo en Vitoria, se quiso que aquélla se extendiera a toda la región –en una primera etapa-, y a todo el país en otra sucesiva. (En cierta manera, la paralización masiva en las provincias de Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra, en las jornadas posteriores al 3 de marzo, supuso ya, al menos, un conato de logro de lo pretendido en esa mencionada primera etapa.
Tales tentativas quedan confirmadas con las proposiciones –formuladas “a posteriori” del conflicto- de estabilizar las Comisiones Representativas e interrelacionarlas con otras de la región y del Estado Español entero, en despliegue globalizado. Ello significa la puesta e órbita de una instrumentación táctica nueva y ambiciosa para el desarrollo del movimiento obrero, que proporciona a éste una coordinación y una mecanicidad operativa muy superiores hasta las ahora alcanzadas.
Si tenemos en cuenta que todo esto es pura planificación de la subversión organizada –verdadera fuerza motriz del movimiento obrero español, superpolitizado-, forzosamente hemos de advertir el peligro.
Ahora que el comunismo revisionista –y con él la mayor parte de los sectores de oposición- se propone el asalto al Poder mediante la corrosión sistemática y progresiva de la economía nacional, por vía de la conflictividad laboral (sin olvidar la acción más directamente “política”, pero situándola en un segundo plano), los descritos dispositivos tácticos, que tienen en la experiencia huelguística de Vitoria su punto de lanzamiento, deben ser considerados como un importante avance teórico en la lucha obrera.
De cuajar tales dispositivos –de crearse Comisiones Representativas en toda la nación y realizarse efectivamente el pretendido engranaje entre ellas- el avance del movimiento obrero sería práctico y se traduciría –opinamos- en una prepotencia muy difícil de contener.
2. Las palabras de quienes protagonizaron el 3 de Marzo
Dejando a un lado los informes policiales, añadamos ahora también las valoraciones sobre la forma de organización que realizó el movimiento obrero. Para empezar, estas recogidas en el ya mencionado texto ¡Todo el poder a la asamblea! Vitoria 3 de Marzo de 1976, editado por Likiniano.
Nuestra organización
Nosotros hemos experimentado, durante dos meses, que la lucha estaba fundamentada sobre los obreros que estaban en lucha. Y hemos visto que la dirección de la lucha estaba montada sobre las asambleas y las comisiones elegidas. Hemos visto que había intentos de injerencia de algunos grupos políticos, pero siempre la asamblea era la que se imponía. Es cierto que el reformismo intentaba siempre manipular las luchas y hacer concesiones a la burguesía. Lo hacía tanto en los objetivos de negociar, rebajándose, como de poner fin a la huelga, cuando a él le parecía y al margen de la asamblea. Lo hacía cuando intentaba decir que la lucha era solamente laboral y sindical, y que no se podía atacar al Estado y sindicato, como cuando pedía votos de confianza a los Jurados y Enlaces. Lo hacía cuando intentaba apoyarse en los sectores más retrasados de la clase, rebajando los objetivos de la clase obrera. Lo hacía cuando no buscaba la solidaridad de la clase ni la generalización de la lucha. (…) No es por eso tanto casual que fueran ellos los que en principio se oponían a las asambleas de mujeres y a las asambleas de conjunto. Después que se imponían por aceptación de todos aparecían ellos utilizándolas. No es por tanto casual que en los momentos más fuertes de la lucha los grupos reformistas no tuvieran nada que decir. Y en cambio en los momentos de estancamiento de las luchas, aparecían ellos y sus consignas de claudicación, de moderación, y de negociación “bajándose los pantalones ante la imposición del sindicato y los patronos”.
Pero a pesar de estas maniobras y claudicaciones permanentes del reformismo que queremos denunciar, hemos luchado y evitado la manipulación de injerencia del sindicato, de la patronal y de los partidos políticos. Hemos descubierto que los cambios y las conquistas d ellos obreros los íbamos a pelear y dirigir los propios obreros. Esta independencia y autonomía de la clase obrera permitió que esta lucha no la tumbara nadie; que después de tantos ataques pudiéramos salir triunfantes y que nosotros solos decidiéramos lo que debíamos hacer, cuándo debíamos dar pasos adelante o atrás, cuándo debíamos negociar, ir a trabajar y por qué. Muchos se preguntaban: ¿Y en el futuro qué, cómo nos vamos a organizar? Pues sencillamente igual que durante la huelga: asamblea y comisión elegida. Esta es la verdadera organización de clase. Este tipo de organización es el que permitirá que nosotros, los obreros, seamos los dueños de nuestros destinos, que nadie nos utilice y nos manipule, porque la liberación de los obreros será obrero de los propios obreros o no será de nadie. Este derecho a las asambleas es el que tenemos que defender como una conquista y un derecho de la clase obrera y que nadie nos puede arrebatar. Esto nos permitirá ser independientes y protagonistas del cambio.
Y, para concluir, sumémosle el testimonio directo de dos personas que tomaron parte de forma destacada en aquel movimiento, Bego Oleaga e Imanol Olabarria. Testimonios (en euskera) sobre sus vivencias en aquel periodo, recogidos en pequeños videos que no son sino una pequeña parte de las conversaciones que, en un más que notable trabajo de recopilación para la transmisión generacional, les realizó hace algunos años Durango 1936 Kultur Elkartea.
Lehendabiziko honetan Begok nola izan zen greben ernamuina azaltzen digu:
Bere aldetik Imanolek, beste honetan, kontatzen digu nola egin ziren nola egin ziren Gasteizko lehenengo bilerak klandestinak eta zein izan zen PCEren rola:
Hirugarren eta laugarren hauetan Begok adierazten digu nola garai hartzan hasi zen kontzientzia feminista hartzen, eta segidan nola antolatzen ziren emakumeak grebaren mugimenduan.
Orain berriro Imanolen txanda, bere hitzekin jakiteko nola asanbladak benetako eskola bihurtu ziren momento hori arte kontzientziarik ez zeukan langile anintzentzako.
Begok orain, Imanolek esandakoari gehitzen dio berak prozesuan ikasitako hainbat ondorio eta ikasketa garrantzitsuak.
Ildo beretik, eta bukatzeko, Imanolek mahai gainean jartzen du, alde batetik, nola langilen arteko elkartasuna izan zen mugimendua indartu zuena, eta bestaldetik nola botereak ikusita ze indar iraultzaile hartzen zuen mugidak, Martxoko 3ko sarraskiarekin mugimendua akatzea erabaki zuten. Are gehiago, horren ondoren pasatu zenaren Imanolen irakurketa politikoa ere entzun dezakegu.
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