En estos días, y hasta mediados de agosto, está teniendo lugar en Chiapas, convocado por el Zapatismo, el Encuentro de Resistencias y Rebeldías “Algunas partes del Todo”, en cuyo espacio de encuentro principal se puede observar una gran pirámide. Tras el encuentro ya habrá ocasión de analizar todo lo relacionado con él y si la pirámide cae o no. De hecho, en el resumen de la primera participación zapatista en el encuentro ya se puede leer:
(No sé ustedes, pero creo que están juzgando y sentenciando la pirámide. ¿Será absuelta o condenada? No sé, pero creo que algo significa esa construcción que flanquea la presentación teatral y que algo va a pasar. Oh, lo sé, es sólo un supositorio, alentado por los rumores que llegan a esta capitanía de puerto. Así que habrá que esperar las siguientes partes para tener la imagen del todo).
Y al tercer día, la pirámide cayó, pero quedó la base.
Pero, previamente al inicio de ese encuentro, desde el Zapatismo, a través de los textos de El Capitán, han vuelto a poner negro sobre blanco algunas reflexiones que ya de por sí dan para reflexionar largo y tendido. Son los textos con el título general “·3 Postdatas 3”, cuyo origen nos señalan en el siguiente párrafo
Nota: Este año se cumplen 20 de la Sexta Declaración y 5 de la Declaración por La Vida. Con la VI señalamos claramente nuestra posición anticapitalista y la distancia crítica a la política institucional. Con el empeño de la Declaración por la Vida intentamos ampliar la invitación a una compartición de resistencias y rebeldías. Para nuestras compañeras, compañeros y compañeroas de la Sexta y de la Declaración por la Vida han sido años difíciles, sin embargo, nos hemos mantenido sin rendirnos, sin vendernos y sin claudicar. La tormenta ya no es un mal presagio, es una realidad presente. Vayan pues las siguientes posdatas para reafirmar nuestro compromiso, y nuestro cariño y respeto por quienes, siendo diferentes y diversos, comparten vocación y destino según los modos, calendarios y geografías de cada quien.
En esta entrada os vamos a acercar todos esos textos, llamándoos a no dejar de leer especialmente tanto la I:PD Globalizada. Un planeta, muchas guerras, como la V De Gatos y Pirámides y la VII Preguntas, Imágenes y Sentimientos, son todo un tesoro de ese pensar, reflexionar y sentir zapatista, tan vital para alimentar un mundo nuevo.
ENCUENTRO DE RESISTENCIAS Y REBELDÍAS «ALGUNAS PARTES DEL TODO»
3 Postdatas 3.
I.-PD
GLOBALIZADA.
Un
planeta, muchas guerras.
Todas las guerras son ajenas mientras no toquen a tu puerta. Pero la Tormenta no llama antes. Cuando la percibes ya no tienes puerta, ni paredes, ni techo, ni ventanas. No hay casa. No hay vida. Cuando se marcha, sólo queda el olor de la pesadilla mortal.
Ya llegará el hedor del diésel y la gasolina de las máquinas, el ruido con el que se construye sobre lo destruido. “Escuchad”, dice la bestia de oro, “ese sonido anuncia la llegada del progreso”.
Así, hasta la siguiente guerra.
-*-
La guerra es la patria del caos, del desorden, de la arbitrariedad y la deshumanización. La guerra es la patria del dinero.
El uso de misiles, drones y aeronaves manejadas por IA no son una “humanización” de la guerra. Más bien es un cálculo económico. Rinde más en ganancia una máquina que un ser humano. Son más caras, es cierto. Pero, vamos, es una inversión a mediano plazo. Es mayor su capacidad destructora. Y no hay problemas posteriores con remordimientos de conciencia, veteranos lisiados física y mentalmente, demandas, protestas, “body bags” y juicios inútiles en tribunales internacionales.
Así será hasta que el derramamiento de sangre del agresor vuelva a ser rentable.
-*-
Se suele calcular cuánta gente podría alimentarse con lo que se gasta en las guerras depredadoras. Pero, además de que es inútil apelar a la sensibilidad y la empatía del Capital, no se mide bien.
Lo que hay que cuantificar es cuanta ganancia dará el centro comercial y la zona turística cuando se erija sobre un montón de cadáveres ocultos bajo los escombros (ocultos, a su vez, bajo los hoteles y centros recreativos). Sólo así se puede entender el verdadero carácter de una guerra.
Los cimientos de la civilización moderna no se construyen con concreto, sino con carne, huesos y sangre, mucha sangre.
El sistema destruye, para vender luego la reposición. A las ciudades destruidas, se seguirá un paisaje de edificios de apartamentos, brillantes rascacielos, centros comerciales y campos de golf tan inteligentes que hasta Trump gana, mientras Netanyahu da cátedra de derechos humanos, Putin organiza carreras de osos siberianos, y Xi Jinping vende los boletos. Un signo monetario brilla en la cima de la pirámide que congrega al culto del dinero.
-*-
En las últimas guerras, la soberbia Europa de arriba ha funcionado como cabeza de playa. Algo acorde con la función de zona de recreación y entretenimiento para el Capital. El llamado “eurocentrismo” es ya parte de un pasado nostálgico y rancio. El rumbo de esa Europa se decide en los consejos de accionistas y los “lobbies” de las grandes empresas. El jefe de Amazon celebra su matrimonio en la piscina de su casa de campo (Venecia), y la OTAN es la sucursal de reparto y cliente de las mercancías más rentables: las armas.